Reforma de baño exhuberante, matando las modas

Cuando los clientes encargaron este diseño nos quedamos con la boca abierta. Claro, en una reforma de baño estamos acostumbrados a las tendencias minimalistas, de poca ejecución (en general) y poca gestión, donde los materiales son de fácil mantenimiento y preparados para 50 años, y donde los colores son claros, neutros o «que valen para todo».

Pero en este caso contamos con clientes enamorados de las antigüedades y los estilos clásicos.

Aquí nos encargamos del diseño en general y la ejecución de la obra, pero los clientes ya tenían elegido el mueble para lavabo, que no podía ser de otra manera que una centenaria cómoda convertida y restaurada, un espejo veneciano de principios de siglo XX y unas luminarias de mediados.
El cliente, al no encontrarlo, llegó al punto de aprender a envejecer espejos para instalar la composición detrás de la bañera. Nos quitamos el sombrero ante tal hazaña.

Pero lo que no nos esperábamos es que quisieran instalar una bañera exenta en esa superficie. Hubo que mirar entre las piedras para encontrar una de dimensiones más reducidas a lo habitual y, al final, se encontró, cupo en el sitio, y nos volvió a sorprender.

Quedaba una cosa: el papel pintado. Fue encontrado en una empresa francesa dedicada a la fabricación de papeles premium.

Para el suelo utilizamos cerámica de porcelánico rectificado de gran formato para eliminar el mayor número de juntas, imitación a mármol negro, pero en mate para evitar que destacase demasiado en comparación con el resto del espacio que, ya de por sí, lo hacía en gran medida. Y rematamos el suelo con un rodapié de 15 cm de alto, de MDF con un fresado triple y lacado en blanco mate.

Pero, además de la bañera tan actual, también hemos metido el toque moderno con la grifería en cromado y minimalista, incluido (aunque no se ve) un «bidé empotrado», una de esas mangueras que ahora ponemos junto al inodoro, y de dos aguas.

Año: 2021
Cliente: Dato Privado
Ubicación: Mirasierra – Madrid (Comunidad de Madrid)